THE FOUNTAIN (Darren Aronofski, 2006)
—-David Feito—-
Imaginario new age, historia de amor al límite , tenebrismo preciosista con infinitas luces que titilan, magia proveniente de tiempos míticos, luces blancas que lo inundan todo, personaje santificado al borde de la muerte. La película más vacía y excesiva de Aronofski hace gala de su habitual ritmo compacto y musculoso, donde los movimientos que produce la cámara (entre lo epidérmico y lo cenital) y los que se generan en el interior del plano se articulan de forma convincente aunque acaben por ahogar a la imagen en una especie de vorágine seductora sin sentido.
Qué lejos queda la frescura de “Pi”, la justa contención que se deja atravesar por ciertos momentos de caos y abyección que lo equilibran todo. Qué lejos queda el bajo presupuesto y los actores que no son estrellas. Supongo que meter la cabeza tan rápido y tan hondo en la industria tiene consecuencias que donde antes se dejan notar es en la calidad de las películas, no se explica si no cómo pudo meter a los guapitos de cara Jared Leto y Jennifer Connelly en la visualmente brutal “Réquiem por un sueño”. Hay ciertas cosas que acaban con el sentido y credibilidad de una película y en “The fountain” la escasa consistencia de las historias que muestra hace que la imagen no tenga nada que sostener y que caiga en una deriva que parece justificar lo tópico y gratuito de una historia pseudomística y grandilocuente.
Lo mejor de todo es que quería que Brad Pitt hubiese sido el protagonista, pero al final no pudo ser, qué pena.
—-David Feito—-
Para mí The fountain es la mejor película de Aronofsky, compitiendo ahora con Cisne negro, y no sólo por su arriesgada apuesta formal, híbrida y colindante con las estéticas más kitsch y devaluadas –que mejora y resignifica-, sino por las ideas fuertes sobre la muerte –y sobre la vida, por tanto- que subyacen en ella, organizadas bajo una mitología entre ancestral e íntima. El conocido “efectismo” de Aronofsky deja paso en The Fountain a su mayor sinceridad, en lo que es un viaje cósmico –o quizás astral- por la enfermedad, abordado con una sensibilidad descomunal, que rebasa, si se quiere, la propia película y sus estrategias, permaneciendo como una idea o un recuerdo de valor.
el otro dia vi cisne negro, bastante lamentable, zafia, absurda, vacia, efectista, previsible, idiota…
no tan malisima como the fountain (un truñazo absolutamente descomunal por pretencioso, feo, vacuo y encima aburridisimo) pero por ahi anda,
la única realmente entretenida de este hombre es the wrestler, pero mas bien por miki rourke y marisa tomei,
dicho de otra manera, creo que el sr. aronofosky ya esta apestando demasiado
[…] David Feito – THE FOUNTAIN (Darren Aronofsky, 2006) […]