CENTURION (Neil Marshall, 2010)

Unos hombres que acaban perdiendo la identidad que no tuvieron nunca. Un espectador que espera que Neil Marshall se centre en su cometido, su identidad, pero se va por unas ramas que no son las suyas. Así de mal empieza el comentario de la película “CENTURION”, como la peli misma. Es un guión que es víctima de su propia naturaleza, de la literatura, de la voz en off accesoria y subrayadora, un guión que intenta huir de la historia llana y directa y se acaba enrevesando en pretensiones absurdas que van en contra del producto audiovisual. Así el director, conocedor de la estructura de los bosques y de la irregularidad de la naturaleza salvaje se recoge por momentos a sombríos interiores y postales paisajisto-germánicas para resbalar por el terraplén de lo predecible. La peli podría haber sido predecible pero directa, con sus macarradas en las peleas y situaciones estratégicas pero no, Marshall mete secuencias forzadas de pausas.

El contraste en la fotografía, el contraste de las figuras oscuras sobre la nieve y el caballo blanco en medio del profundo verde oscuro. Las demostraciones de lo bien que se filma una batalla, un pequeño asalto o una simple traición inesperada. Planificaciones a lo Sergio Corbucci, perspectivas de Mervyn LeRoy y siempre esquivando al DeMille de “NORTHWEST MOUNTED POLICE”. La guarrería del barro y la sangre está pero se nota poco. La peli decepciona en tanto que se ha querido en zonas donde no podía lucirse. La emoción se resquebraja, no cuaja porque está helada. Nunca llegó a calentarse la trama. El acero raja pero lo divino no se percibe. La música no levanta nada ni derrumba. Demasiados accesorios, actores que se quedan a medias… simplemente es un lujo poder respirar el bosque, filmarlo, plantearlo, a lo cubista con expresionismo romántico. Un cuadro histórico sobre la falta de persistencia y la falta de sentido de comunidad. Lo físico quiere tomar importancia, el cuerpo sin tener en cuenta el alma, el ánima del bosque chilla porque Marshall la está dejando de lado.